En 1971 volvió a repetir el título de campeón, luego de ganarle a Gimnasia La Plata por 2-0 mientras Vélez Sarsfield perdía en su propia cancha luego de ser puntero casi todo el campeonato, sellando así la clasificación a la Copa Libertadores 1972. En la segunda fecha del torneo le propinó una abultada goleada por 11-1 a Platense, siendo ésta la mayor goleada histórica del Rojo y a la vez la peor derrota de los calamares.