Al igual que Benjamin Button, ‘Ibracadabra’ tiene una magia especial, que parece rejuvenecer el juego del futbolista con el paso de los años. Desde 2013 hacía delante, ya con el entrenador Carlo Ancelotti, Cristiano adaptó efectivamente su estilo debido a los efectos físicos del envejecimiento con un movimiento sin balón cada vez más reducido y una participación general cada vez más reducida, completando menos regates y pases por partido y, en cambio, centrándose más en la creación y el gol en distancias cortas.